martes, 11 de septiembre de 2007

Mensaje Maestro Ludovico y Mensaje Dios Padre 1 de septiembre de 2007



MISION DE AMOR Y PAZ
Mensaje Maestro Ludovico
Mensaje Dios Padre
Reunión del 1 de septiembre de 2007




TEMAS: entrar en el interior y vibrar en armonia, la relajación, dejar las cargas, recuperar la consciencia universal, descansar en el Padre, los oídos físicos y los oídos espirituales, saciar la sed espiritual, el movimiento de la energía: elevar la frecuencia de la energía grupal, armonizarse para hablar con el Padre en el interior, la guía interior: el hijo de Dios, hablar con el Padre a través del hijo, la armonía entre materia y espíritu, amor, perdón y tolerancia empieza por uno mismo, el Espíritu Santo, el abrazo del Padre.




Amados hermanos:
Les habla vuestro hermano maestro Ludovico, guía de la misión de amor y paz, quien por pedido expreso de Nuestro Amado Padre, ha estado armonizando vuestras energías interiores.


Relajaos hermanos, inspirar lentamente por la nariz, armonizaos con lo superior, elevar vuestros pensamientos, dejad todo lo material preocupaciones, movimientos mentales, fuera de este recinto, olvidaos por un momento de todo aquello que os preocupa, que os aparta de vuestra paz, que no os deja sentir el amor. Ocupaos hermanas, hermanos por un momento en ser felices, en encontraros a vosotros mismos y recuperar la armonía del universo, la música celestial, daos entre vosotros un abrazo de hermano, sentid que ese abrazo también lo dais a vuestros maestros, y levantad vuestra mirada hacia el sol eterno de Nuestro Padre, y fundíos hermanos en un abrazo con sus energías eternas, con esa vibración de Amor, de Paz.


Ya no debéis preocuparos de nada, y dejad por un momento todo vuestro mundo transitorio, ya que todo eso algún día, deberéis dejar. Desprendeos de vuestras ataduras de vuestros lazos, y sed vosotros mismos los que fuiste siempre y lo que volveréis a ser. Apenas desencarnéis en vuestro amado planeta tierra, recuperar hermanos hermanas, la conciencia universal, recuperar la paz, recuperar vuestra expansión en la energía hacia esa eternidad infinita de vuestro Padre, sentir que vuestro cuerpo está relajado, y vuestros pensamientos se han tranquilizados.
Sentid que las energías violetas, rosadas, azules, amarillas giran alrededor vuestro como una danza celestial, jugar con las energías como si fueras niño, y dejad que esas burbujitas penetren en vuestra materia, os limpien, os tranquilicen, y os armonicen en todo vuestro sistema respiratorio, óseo, circulatorio, nervioso. Vibrad hermanos, hermanas, en el orden de Nuestro Amado Padre, energía de orden para nuestra mente, y para vuestro corazón. Entregaos al orden de Nuestro Amado Padre, y descansad por un momento en sus brazos ya que necesitáis que vuestra cabeza repose en el seno de Nuestro Amado Padre, y sentid sus caricias, su consuelo, su amor, y recordad hermanos, hermanas, que vuestro Padre siempre los está esperando, y lo vais a necesitar. Ya os lo habíamos dicho, reposad en sus brazos de amor, confiad en Él, sentíos eternos, olvidaos de los desequilibrios planetarios, pronto dejaréis ese planeta en el orden del Padre.
No os debéis preocupar de vuestros hermanos, pensad en vuestras mentes que todo en las manos de Nuestro Padre, y ocupaos hermanos, y hermanas de ser felices elevando vuestros sentimiento a lo superior. No tendréis otro lugar donde encontrar esta felicidad que estáis sintiendo, solamente en vuestro interior.
Tapaos vuestros oídos físicos. Ya no escuchéis sonidos de radio, noticias televisivas. Os desarmonizará. Escuchad sólo la música celestial, el latido de vuestro corazón junto al latido de Nuestro Amado Padre, y alegraos, de estar en común unión con Él, ya pertenecéis al reino de DIOS. No es para mirar como decís en esos planos, como mirar algo pequeño, habéis dado un gran paso. Debéis valorar esa partencia en los planos superiores. Luego si deseáis haced oración por vuestros hermanos del planeta para que ellos también encuentren los brazos de consuelo, de amor, de renovación , de orden, de justicia, y de Nuestro Amado Padre.
Os agradecemos hermanos, y hermanas, habéis venido a la reunión veníais con calor, y habéis encontrado la fuente de agua espiritual con que refrescaos por dentro, por fuera, la fuente de agua que nunca se termina y que día a día tendréis mas cerca de vuestro corazón y aumentareis vuestro caudal para dar a tantos hermanos que lo necesitan. Pero primero venid vosotros a saciar vuestra sed espiritual y luego si cuando sintáis revozante vuestras energías, entonces sí podéis dar lo que tenéis, ¿lo comprendéis hermanos?. Por lo tanto conservad vuestra paz. No os obliguéis con vuestra mente a dar el amor. Encontraos primero en vuestro interior y sentíos eternamente felices para que podáis dar de esa paz, de ese amor, y de esa felicidad, aunque no deis cuenta con vuestra mente , ¿lo comprendéis?
Y ahora si lo deseáis dialogad entre vosotros y podéis continuar leyendo así ordenad vuestra mente si deseáis preguntar, ordenaos mentalmente para que podáis avanzar en vuestras lecturas, ya que el tiempo que tenéis es limitado pero suficiente, para poder dar con el sentido; el sentido que tiene para vuestro avance espiritual, y perdonad os lo diga así, es por vuestro bien, el orden de la reunión depende de vosotros , de vuestro albedrío, no de los maestros superiores, y amad ese orden para que de aquí os vayáis llenos de paz, llenos de tranquilidad y felices de haber venido a encontraos con lo superior. Empezad a comprender el movimiento de energía porque ese movimiento está digamos así acorde con vuestros movimientos mentales, si eleváis vuestra frecuencia mental, eleváis la frecuencia de la energía grupal, y así también sucede o puede suceder lo contrario si comentáis hechos de vuestro mundo material a veces insignificantes, a veces contradictorios, descendéis la energía del grupo a la misma frecuencia que tenéis en vuestra vida cotidiana, y perdéis la oportunidad de tener una energía para sobrellevar todos los acontecimientos sobre los días de la semana, hasta la próxima reunión. Meditad sobre ello hermanos si lo deseáis, ya que desde lo superior nadie os obliga a nada. Es sólo una sugerencia para vosotros. Os amo hermanos, hermanas, os amamos, y podéis continuar vuestras lecturas, con este amor que os seguiremos dando. Si lo podéis recibir en paz llevareis mas, ¿lo comprendéis? Hasta luego.
***

Amados hijos (comunicación DIOS PADRE):
He estado esperando el poder dialogar con cada uno de mis hijos, en esta reunión tan especial. Si vosotros habéis notado que mi hijo maestro Ludovico ha realizado en vosotros una labor de armonización, a fin de que luego me pudierais recibir y de ello hijos míos, podéis aprender lo siguiente: en vuestra vida cotidiana llamad a un maestro con el que vosotros sintáis afinidad, pedid ayuda, y luego si lo deseáis podéis hablar conmigo. No penséis mal de mi es a fin de que hable vuestro corazón, de que vuestra mente se calme y de que podáis dejar fluir libremente a mi hijo que está en vosotros, y llegad a ese abrazo que deseo darle, esas fuerzas que necesita para continuar. Ya que si comenzáis hablar con vuestra mente a veces no lográis una armonía, y por lo tanto demoráis quizás en llegar finalmente al abrazo que deseo darle a mi hijo que está dentro de vosotros.
Yo siempre os espero hijos, y ya que soy vuestro Padre no me importa escuchar si es de vuestra mente o es de vuestro corazón, pero eso sí: si venis a Mi armonizados ayudaos por los maestros será para vosotros más efectiva, más productiva, mucho más positiva digamos ese contacto conmigo, esa charla, ese abrazo con el adquiriréis mas conciencia de vosotros mismos, de ese hijo mío que lleváis, que es vuestra verdadera realidad, ese ser eterno que está en vosotros , que os ayudara luego en todos vuestros trajines diarios, en vuestros problemas, ¿vais comprendiendo lo que os quiero decir?
Tenéis en vosotros una guía interior y esa guía interior es el hijo que puse dentro de vosotros. Pero él también necesita encontrarse con su Padre, tomar fuerzas, pedir consejos, encontrar cómo caminar en esos planos tan difíciles, cómo hacer para convencer a un libre albedrío, que sigue y sigue sin escucharlo. Es por ello que me he sincerado con vosotros y os doy esta orden, si lo deseáis por el bien de vosotros mismos:
*haced oración,
* acudid a un hijo mío, maestro superior, o a mi hijo Jesús el Cristo,
*armonizaos con él y dejad luego a mi hijo que hable conmigo a través de vuestra elevación mental, dejadlo platicar.
Quizás no escuchareis en vuestra mente esa conversación. Sentiréis las energías en vosotros, la alegría y el amor, y luego veréis que os será mas fácil todo lo que hagáis, ya que armonizareis con vosotros mismos. Mi hijo se sentirá feliz en vosotros, agradecido y deseará colaborar con vuestros problemas, digamos así, que os sacan la paz. Deseará daros el amor, la sabiduría, la inteligencia y la técnica para solucionar hasta los problemas mas pequeños de vuestra vida material. Sentiréis que tenéis dentro un gran amigo, un gran hermano, un gran apoyo, y una gran fuerza interior. Os asombrareis vosotros mismos, ya no habrá para vosotros obstáculo alguno en vuestra vida material. Es así hijos Míos la armonía entre materia y espíritu que os posibilitará evolucionar, caminar en el camino del Padre hacia el amor eterno, hacia el servicio de vuestros hermanos y a la felicidad, esa que tantos hermanos vuestros buscan y se afanan, y a veces la consideran un bien inalcanzables, y no es así hijos: estáis destinados por Mi a ser felices, siempre y en todo lugar y volver a Mi felices de haber cumplido con el servicio, con el amor, y no lo consideréis una tarea fatigosa porque eso deja de ser amor. El amor es felicidad. Podéis divulgar si lo deseáis, es la única felicidad verdadera y autentica que llevareis de aquí cuando dejéis esa materia, con la cual, ya sabéis a partir de ahora cómo armonizar cada uno en lo suyo y cada uno respetando esas dos naturalezas, que no tienen por qué ser contrapuestas.
No se YO Padre quien inventó esa pelea entre espíritu y materia. No fue esa mi intención , la intención mía fue que ambas armonizaran y ambas fueran felices, una con la ayuda de la otra. Escuchad bien: con un abrazo de colaboración, de amor, de respeto, recién dialogábais debéis enseñar a respetar a vuestros niños, y el respeto empieza por ahí, por vosotros mismos. Lo mismo el perdón , la tolerancia; todo ello empieza por vosotros mismos. No podéis ser tolerantes si no os toleráis vosotros. No podéis dar amor, si no os amáis vosotros y os conocéis cómo debe actuar cada uno y le permitís a mi hijo que haga lo que él debe hacer, y ser humilde con él,ya que él es eterno, y vosotros en vuestra materia no, pero no os preocupéis, porque el ser que vosotros sois, sois Mis hijos…

Si no todo lo contrario, debéis pensar que sois uno en Mi, así como lo escucháis, porque vosotros habéis llegado a amarme, a considerarme vuestro Padre. Entonces, ya sois uno en Mi, vosotros y Yo unidos por toda la eternidad. Os ruego hijos, os sugiero que meditéis sobre lo que les acabo de decir, ya que día a día podéis sentiros más armonizados con vosotros, con vuestros hermanos, con vuestro planeta, y sobre todo hijos conmigo, con vuestro Padre, que tanto os ama, que tanto os espera y que tanto se emociona de ver que lo escucháis atentamente. Os amo hijos, los espero en vuestras pláticas.
Sí hija, sólo iba a decir que meditéis, y luego hacéis hasta donde podáis. No os preocupéis, Yo no exijo, sólo sugiero, y haced como vosotros consideréis que habéis aprendido hasta ahí, para Mi estará bien, no quiero trabas entre vosotros y yo, lo comprendéis? Ahora preguntad.
He estado recordando una oración que me gustaba decir, y me gusta decirla porque es al Espíritu Santo, y dice Así: "OH Espíritu Santo, alma de mi alma, yo os adoro, ilumíname, guíame, protégeme, consuélame, fortaléceme, dime qué debo hacer, te prometo aceptar todo lo que permitas que me suceda, hazme tan sólo conocer tu santa voluntad".
Entiendo que esta oración se refiere a nuestro propio espíritu, de eso está hablando, eso es lo que yo creo, me parece que es una oración muy linda....


Amada hija, tú dices esa oración con vuestro sentimiento puro y auténtico, no importa si el Espíritu Santo sois vosotros mismos, vuestros maestros, o vuestro Padre, ya que todos los espíritus son santos y todos somos Uno solo, la Vida, la conciencia, el Ser, la felicidad del Universo entero, somos UNO solo y a la vez nos podemos separar momentáneamente y vosotros (podéis) conformar un ser en materia, un ángel, un Maestro. Luego volveréis a Mí y continuaremos siendo UNO solo, no hay espacio ni distancia en materia espiritual, somos energía, somos, como os dije recién, presencia viva en el Universo, y, por lo tanto, decid esa oración, y no penséis dónde vais a ubicar a ese Espíritu Santo. Hacedla con la mente, pensando que el Espíritu Santo es infinito, es Amor, es Paz, es inteligencia Superior y es lo que a ti, hija, te mantiene viva, te mantiene vibrando al compás de la canción Universal, te mantiene como una gota de agua en un río, viva, alerta, conciente de lo que eres, por ello tú eres feliz cuando dices la oración, continúa diciéndola con el mismo sentimiento que hasta ahora y veréis cóo vuestro corazón se alegra de ello.
Lo mismo para vosotros, cada uno puede decir la oración que quiera, teniendo la conciencia de lo que sois en vuestro interior, y que eso que sois en vuestro interior es el Universo completo en vosotros, ya que Mi hijo tiene todas las cualidades de su Padre, todos los poderes de su Padre para dar el Amor, no los limitéis vosotros, por ello decid la oración que deseéis y que os guste mejor aún.
¿ Deseáis formular otra pregunta?
Gracias Padre, después....
Y ahora hijos Míos, podéis tomar unos minutos ya que deseo hacer sentir Mí Amor en vuestro corazón, imaginaos que miráis hacia adentro, y os abrazáis con Mi hijo, vuestro espíritu, que lleváis dentro, un abrazo tan grande como no existe ninguno en este planeta Tierra, un abrazo que os hará sentir uno solo, eterno, universal, fuerte en Amor, y ahí en ese abrazo hijos Míos estoy Yo, vuestro Padre, como siempre estuve en vosotros y como estaré con vosotros por toda la eternidad, os amo, os amo, os amo y os amaré siempre y estoy, y por ese Amor a vuestro servicio para colaborar con vosotros, para tomar vuestra mano, para secar vuestras lágrimas y para ser Uno con vosotros por toda la eternidad, os amo y os amaré siempre, gracias hijos por haber estado conmigo y podéis venir a Mí, cuando lo deseéis, en cualquier momento, recordad siempre, os amo y os amaré por toda la eternidad, hasta luego.

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